Mary Karr, Iluminda Ed. Errata Naturae/Periférica. 584 pp.
Confieso que llegué tarde a El club de los mentirosos , publicado en España en 2017, porque los comentarios sonaban a algo ya leído y oído pero cuando me dejé enganchar fue difícil dejarlo y cuando lo acabé quería más. Bien es verdad que es una obra muy redonda y catártica y que los verdaderos personajes, más que ella, son la familia de la autora pero su voz es tan poderosa y su vida tan al límite que sabía que daba para mucho más.
Iluminada comienza con su huida de casa a los 17 años para unirse a un grupo de surferos y experimentar con las drogas. En un determinado momento decide entrar en la universidad y realizar cursos de escritura creativa durante los que fue novia de uno de los genios de la narrativa americana contemporánea Foster Wallace y personaje de su gran obra La broma infinita. Escapó de aquella relación tóxica para casarse con un poeta equilibrado y adinerado y tener un hijo. La lucha por compaginar maternidad, creatividad, matrimonio y alcohol acabó con casi todo menos su hijo.
Afortunadamente Alcohólicos anónimos y la religión la sacaron de bache y la orientaron a narrar su vida. Siempre había sido poeta de cierto renombre pero las memorias le permitieron expresar, a través de su experiencia personal todos sus sentimientos con belleza y brillantez.
El club era la historia de su infancia pero lo era más de sus padres y su hermana, Iluminada lo es de su periplo por el abismo y es ella el verdadero hilo conductor. El alcoholismo, la violación o la depresión pasan ante nosotros y nos cortan el aliento. Ella no tiembla en contarnos como escondía las botellas de alcohol antes de que llegara su marido y luego las iba tirando por los contenedores en sus paseo nocturnos. La forma en que los profesores forzaban a las alumnas. Las charlas deprimentes en Alcohólicos Anónimos, el único sitio en el que los ricos piden consejo a los pobres. Su conversión al catolicismo, con el que está en desacuerdo en sus principios morales, pero del que es capaz de extraer la trascendencia que le hizo salir del abismo. Todo pasa ante nuestros ojos y nos hace temblar de angustia hasta que ella sabe buscarle la vuelta divertida. La voz de la narradora en Club era la de una preadolescente que no comprendía nada y sobrevivía guiándose sólo por el amor. La de este libro es la de una mujer madura que ha pasado por varios infiernos y nos los cuenta.
En mi opinión, el secreto de su éxito como memorialista (es autora de un libro titulado El arte de las memorias) es que dentro su tono tragicómico tiene la capacidad de hacernos sentir sus experiencias con tanta intensidad que nos olvidamos de la historia y nos enamoramos del personaje.
Un recuerdo para Julián Rodríguez, editor de Periférica, fallecido a los 50 años, después de una intensa vida de promotor y creador cultural.