El 23 de febrero y el tiempo han arramblado con esta historia que tenía mimbres para convertirse en algo mítico. EL 23 de mayo, dos meses después del intento de golpe de estado de Tejero, once atracadores enmascarados entraron en oficina principal de Banco Central en Barcelona y retuvieron como rehenes a las casi trecientas personas que se encontraban allí. Era el atraco más grande que se había producido en España. Pero según se iban desarrollando los hechos estalló la noticia de que los atracadores exigían la liberación de Tejero y sus colaboradores, que se encontraban en la cárcel a espera de juicio. La fragilidad de la democracia española volvió a ponerse en evidencia. Tras setenta y dos horas y con la única baja de un atracador, todos los rehenes fueron liberados indemnes, excepto uno al que los atracadores dispararon en la pierna como advertencia a principios del asalto.
Este libro repasa los hechos entrevistando a participantes vivos y analizando datos. En un primer momento se dio por sentado que era un grupo de ultraderecha que quería desestabilizar el país y se llegó incluso a contactar a Tejero, que negó toda relación con los hechos. Pero después del asalto nadie acababa de creer esa hipótesis. Felipe González, entonces en la oposición, atacó sin piedad a un Calvo Sotelo desorientado y sin explicaciones que perdió las elecciones al poco tiempo. Cuando se descubrió que los asaltadores habían intentado abrir un túnel para escapar sin las herramientas necesarias y el consiguiente ridículo los hechos se convirtieron en un asalto a lo Mortadelo y Filemón, la visión fue menos mítica y esa es la que prevaleció en los tribunales y al cabo de los años.
Han pasado más de cuarenta años y los asaltantes han salido de la cárcel, después de cumplir su pena. El líder, José Juan Martínez, ha dado su versión de los hechos y de cómo cambió su postura inicial y aceptó la del simple atraco. Fue contratado por un elemento de la extrema derecha para sacar durante la confusión de las primeras horas un maletín que contenía pruebas sobre los verdaderos organizadores del 23 F. El plan era salir por el túnel con todo el dinero que pudieran llevarse mientras el gobierno se volvía loco para solucionar el asunto. El director de los espías, Manglano, habría sido el urdidor. A estas alturas declarar a Manglano como líder de todos los complots es una vía algo agotada.
Pero también es verdad que ver a un ladrón de pequeñas sucursales, sospechoso de ser delator a la policía de grupos anarquistas, metido en semejante embrollo y sin ningún apoyo, sea de los grupos de extrema derecha o de quien fuera da lugar a muchas dudas. Pero la consolidación de la democracia trajo con sigo el olvido de éste y otros muchos momentos tristes y ridículos que merece la pena recordar.
https://www.rtve.es/play/videos/somos-documentales/asalto-banco-central/5938178/

Cartel de la película que se rodó sobre los sucesos.
PELÍCULAS DE ASALTOS A BANCOS. GENERO HEIST en inglés
De los muchos tipos de robos de los que nos ha surtido el cine, el asalto a un banco es un subgénero muy especial por el grado de tensión que produce. Tiene unos códigos muy claros y una serie de elementos difíciles de evitar. Como de costumbre, el cine americano los ha definido y los demás los hemos seguido.
La preparación y el asalto como ejes vertebradores de la trama; la visión de la historia desde el punto de vista de los atracadores, lo que hace al público desarrollar cierta empatía con los criminales; la importancia del grupo y su creación con las virtudes y defectos de cada miembro; el indefectible fracaso debido a múltiples problemas: errores o delaciones; la forma en que criminal protagonista se une al robo para conseguir abandonar definitivamente ese mundo.
Empecé pensando en crear una lista, como no, con las mejores películas de la historia pero me ha parecido más interesante ver cómo ha evolucionado el género y así ver los éxitos a través del tiempo para no perder su contexto.
Como de costumbre todo comenzó en 1906 con Asalto al tren pero hay que esperar a 1950 para encontrar una película que reúna todos los elementos del género.

John Huston en una de sus primera películas con Marilyn Monroe en pleno explendor
De 1950 a 1975 se puede considerar la época dorada del género que se desarrolló en plena eclosión del cine noir.


Al Pacino en una de sus famosas actuaciones histriónicas dirigido por Sidney Lumet. Ésta supone el final del ciclo en 1976. A partir de entonces, hasta 1990, el género entra en declive y las películas de asaltos son anecdóticas. Pero en los 90 grandes autores se vuelven su mirada hacia el género y producen algunas de las aproximaciones más originales.

Partiendo de un asalto, rompe las convenciones del género y dedica la historia a los que ocurre después de que el robo sale mal. Encumbró a Tarantino los altares y, par algunos es su mejor película.

Rompió también los moldes del género al convertir la historia del asalto a un banco en un duelo a muerte entre dos grupos: el de los policías y el de los ladrones, cada uno con su historia y dignidad. Michel Mann pasó de la producción a la dirección en esta visualmente potentísima historia con el duelo actoral entre Al Pacino y Robert de Niro.

Una película mítica sobre un grupo de atracadores habituales, contratados para realizar el atraco de sus vidas que se cruzan con el mal en forma de Kaisser Sozec, un malvado mítico al que nadie conoce y todos temen.
A partir de estas películas se produjo una explosión de revisiones que vienen a demostrar la decadencia pese a algunos interesnates resultados:

Remake de una película inglesa de 1969 con Michel Caine como protagonista.

Remake tan exitoso de una de 1962, que ha tenido tres continuaciones.
Como todo buen género siempre permite que autores interesantes se expresen a través de el. Un magnífico ejemplo es

Donde dos hermanos luchan por salir del aguejero en el que les ha metido la vida. Frente a un Sheriff casi retirado. Jeff Briges.
España vio las posibilidades satíricas de género en una película que a todos no viene a la cabeza al hablar de atracos.

Quiero terminar con un ejemplo moderno en el que la historia que dió origen a todo este artículo tiene mucho que ver. Un asalto, esta vez en Valencia, se convierte en un asunto de estado al descubirse que la verdadera razón es robar documentos del espionaje allí guardados. Al igual que los asaltantes de Banco Central de Barcelona, la naturaleza les impide huir y desata la tensión y la tragedia
