La soledad ante la desolación de ver como el paso del tiempo nos va convirtiendo en guiñapos a la espera de un final seguro es una experiencia que los avances de la medicina nos están poniendo delante cada vez más. La gente se muere menos de golpe en las sociedades civilizadas. Así vemos a más a parientes y amigos desvanecerse como personas y convertirse en otra cosa que es cada vez menos humana. Si a eso añadimos que, del mismo modo que sacamos la muerte de casa y la llevamos a tanatorios, externalizamos a nuestros mayores y los alejamos de nuestros ojos. El final de los ancianos en nuestras sociedades desarrolladas es cada vez más desolador y más artificialmente prolongado.
El libro de Gustavo Rodríguez es un hermoso canto a esas personas que se van yendo y pretenden hacerlo con dignidad y sin aspavientos. Y es fundamentalmente eso, un libro hermoso y dulce sobre un tema duro. Pero no por ello es algo melifluo. Va directo a la yugular del problema y golpea nuestra emotividad sin tirar por la vía fácil.
Estamos en Lima, una gran urbe descontrolada al lado del mar. Es gracioso pensar en una ciudad costera cuando siempre se suele relacionar al Perú con los Andes. Allí, una serie de personajes del lado hermoso de la vida, de aquellos que han podido llegar al final económicamente tranquilos, ven como se les acaba la vida digna y deciden cortar. Para ello, necesitan a alguien. En esa sociedad en la que la brecha social es brutal, siempre será un mestizo cariñoso y pobre que tira de una familia desestructurada, una mujer. La novela es su periplo por sucesivas peticiones de gente a la que quiere y respeta, cuyos deseos pueden solucionarle sus eternos problemas financieros. Su dulce hacendosidad la mete de lleno en algo ilegal y peligroso que puede acabar con su vida y la de su familia.
No destripo más la historia, pero cuento que todo tiene su sorpresa y es igualmente conmovedora.
UN CUY
El cuy (cobayo o curí) es un mamífero roedor originario de la zona andina de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. El cuy constituye un producto alimenticio de alto valor nutricional que contribuye a la seguridad alimentaria de la población rural de escasos recursos. En la novela tiene el sentido de dinero. Aunque no he encontrado la forma de traducirlo a euros.

La capital del Perú no es una aldea al lado de los Andes. Es una mega-ciudad moderna y apabullante al lado del mar. Esta visión de dron no parece encontrar una mota de polvo y nos la hace organizada y limpia. Leyendo el libro uno piensa en los personajes que han vivido disfrutando de todas sus ventajas pero su narradora nos recuerda que para que los afortunados puedan estar bien, alguien tiene que cuidarlos. Esos no viven en esta ciudad.