Debería preguntarme porque los dos últimos libros que reseño son biografías y me temo que la respuesta es posiblemente que me estoy volviendo mayor pero voy a querer creer que simplemente han coincidido. Jordi Amat es un escritor que ha hecho de la biografía un género literario en castellano y catalán. Un género del que me cuesta pensar en nadie que lo haga con el talento y capacidad literaria con que lo hace él. En alguna entrevista le he oído calificarse de Maruja, de cotilla y en el sentido de alguien que se interesa por los avatares vitales de los otros lo es. Pero lo que lo diferencia es su capacidad para meterse en charcos increíblemente complejos y salir elegantemente como un cisne. A los veintipocos años se atrevió con una biografía de Cernuda. Después ha escrito interesantes biograrfías hasta su gran éxito editorial. Un libro sobre Alfons Quintá. Un periodista ahijado de Plá y que acabó dirigiendo TV3 para después suicidarse después de matar a su mujer. El hijo del chofer retrata el ascenso y caída de este horrendo personaje, que es el de Jordi Pujol, a quien acompañó en su deificación catalanista. Entender al uno es entender al otro. Y entender su ascenso es entender como funcionaron los hilos del poder en la Cataluña de la democracia. Es uno de esos libros que nadie al que le interese la política y el periodismo debe dejar de leer.
El que reseño ahora cambia totalmente de mundo. En este caso, es la biografía de un personaje único al que todos respetan y admiran en Cataluña: Gabriel Ferraté. Un personaje único en su libertad total que le llevó a suicidarse cuando cumplió cincuenta años, como había prometido, y tenía claro que una enfermedad hepática iba a acabar con él. Un representante de la cultura catalana como parte de la cultura universal. Que escribía en catalán versos que sus lectores adoraban pero que rechazaba todo tipo de nacionalismo, catalán, español o de cualquier tipo.
Su biografía es la de un tipo de Cataluña internacional que nunca llegó a prosperar. Perteneciente a la burguesía ilustrada catalana, en la postguerra representó a los privilegiados que lucharon por crear una cultura de la resistencia. Vivió desde dentro la conversión de Seix/Barral en el referente de la cultura moderna en España y mal vivió de traducciones e informes para editoriales en las varias lenguas que dominaba hasta conseguir una plaza universitaria para enseñar lingüística. Al poco tiempo se suicidó. Lo sorprendente es que ha permanecido en el imaginario poético catalán por sus tres libros de poemas, que publicó reunidos en los días y las donas no mucho antes de morir. Malvivió toda su vida adulta alcoholizado y brillante. Es el mejor ejemplo de lo que la cultura catalana puede aportar al mundo, no sólo a España.
Jordi Amat tiene la capacidad para narrar esa vida con exactitud milimétrica, dejando claro aquello de lo que no tiene constancia y no puede decir, convirtiéndolo en una novela que se lee con deleite sobre un personaje único y difícil.
Vencer el Miedo. Jordi Amat. Editorial Tusquest. 2023. 352 pp

La última traducción en castellano que recoge las traducciones de los poemas por parte de J.A. Goytisolo, José María Valverde y Pere Gimferrer, que hace una de las introducciones.