Editorial Páginas de Espuma 131 pp.
La editorial de este libro ha dejado, afortunadamente, de ser una rara avis en el panorama editorial español: una editorial dedicada exclusivamente a la publicación de colecciones de relatos de autores clásicos y contemporáneos. No es que los relatos cortos se hayan puesto de moda sino que ya empiezan a tener el prestigio que se merecen como género independiente cultivado por autores dedicados exclusivamente a él o por figuras importantes que encuentra en su formato el vehículo de expresión ideal para determinados temas.
Pedro Ugarte es uno de los últimos. Ha escrito en diversidad de géneros: novela, micro-relato, la columna periodística o el dietario. Aunque es quizás el relato corto el que más alegría le ha dado. Lleva ya publicado 9 libros de relatos y el año pasado ganó el premio Setenil, uno de los más prestigiosos dedicados al relato breve. Puede ser entendido como un reconocimiento a una labor constante y distante del murmullo literario capitalino. Instalado en Bilbao, una ciudad cardinal para entender toda su producción, escribe desde la condición de autor periférico pero muy respetado aunque no muy famoso.
Son nueve relatos que tienen como tema principal la familia y las cosas que ocurren dentro de ella. Todos están escritos en primera persona por un narrador llamado Jorge que tiene muchos rasgos en común con el autor. Las historias que relatan son duras pero él las narra siempre una cierta ternura distante. En cada uno de ellos se mezclan crueldad y humor, misericordia e ironía, sonrisa y lágrima dentro de situaciones perfectamente reconocibles pese a su singularidad.
Una crítica ha definido sus historias como surrealismo rutinario porque escribe sobre cosas cercanas que él es capaz de llevar hasta extremos argumentales y estilísticos obsesivos y neuróticos. Sin embargo, durante estas bajadas a los infiernos cotidianos siempre nos iluminan ramalazos de dulzura que, como bocanadas de aire, nos permiten llegar al final. Todo con una elegancia estilística cercana al clasicismo pero que siempre se niega a caer en lo fácil.