El verano permite volver a libros que dejamos de lado durante el curso y
que ya han dejado de ser noticia pese a ser interesantes. Por eso voy a
empezar a introducir reseñas de libros que no son de rabiosa
actualidad a los que he llegado por otros o que no tuve tiempo de leer en su momento.
RBA editores 368 pp.
Acabé en este libro desde otro que no tiene nada que ver con él: una biografía del cuerpo humano, si bien es verdad que ambos tienen en común la fluidez y la amenidad con que se leen. Bryson es un periodista viajero de una larga tradición americana en el que los libros que le han hecho muy famoso no tienen nada que ver con sus viajes sino con su increíble curiosidad y su facilidad para contar lo que esta le descubre. Su gran éxito fue Una pequeña historia de casi todo en el que se dedicaba a repasar algunas de las incógnitas que la ciencia nos ha planteado a lo largo de la historia. En El cuerpo humano: guía para ocupantes recorre las partes más importantes de nuestro cuerpo en relación con la medicina y las investigaciones que sobre ellas se han realizado, en un torrente de datos que lejos de avasallarnos nos encantan.
Leyendo éstos descubrí éste. Existe en la costa Este de USA un sendero de bastante más de 1000 km de longitud, que sólo se puede recorrer a pie durante unos cuatro meses y que recorre la zona boscosa más importante del país y una de las más importante del mundo: El sendero de los Apalaches. Fue creado por el impulso de un visionario que pretendía crear una especie de hermandad de caminantes que encontrase en la naturaleza los valores que la sociedad industrial les había hecho perder. Al final de cada etapa hay un refugio en el que pernoctar y está conservado una serie de asociaciones que lo mantiene practicable.
Bryson, que nació en Minesota (en el medio Oeste), ha vivido gran parte de su vida en Inglaterra, pero durante una larga estancia en su país se encontró con el sendero por casualidad y decidió hacerlo. De Sur a Norte y con no muy buena forma física, lo comenzó acompañado por un amigo gordo y ex alcohólico. Cada capítulo es una parte del trazado y sirve para repasar un tema: los osos, el bosque, los guardas forestales, la pérdida de hábitats únicos, la paupérrima vida rural.
No tiene nada que ver con la espiritualidad de nuestro Camino de Santiago. Es una experiencia contada con una inocencia y sentido práctico muy americano. No hay grandes reflexiones transcendentales ni un canto a la capacidad de transformación a través del esfuerzo físico. El agotamiento y la suciedad son reales y no metafóricos. Los protagonistas son las personas, los animales y los árboles que se encuentran. Hay zonas hermosas y otras horrorosas. El camino se convierte en la meta y no el final pero ya he dicho que tampoco es algo trascendental sino humano. Por eso, y hago spoiler, no nos sentimos desilusionados cuando lo deja mientras estemos seguros que seguirá buscando otras cosas interesantes y contándonoslas.